Los peligros de la adicción a las pantallas y redes sociales: Pertenencia a grupos y sistemas online
Drogas y pantallas en la actualidad…
Hoy en día estamos normalizando como dinámica social el uso de las pantallas, también el exceso es normalizado y es peligroso. Los niños crean un efecto espejo con los adultos, cuanto más los adultos abusemos de las pantallas más lo harán los hijos. Los últimos años con la pandemia aún ha aumentado más el uso de pantallas, videoconferencias, el trabajo telemático, las restricciones iniciales…Todo ello no ha hecho más que agravar esta situación que no beneficia a los niños y adolescentes.
La adolescencia como etapa vital: La construcción de la identidad
Es necesario obtener una buena relación padres-hijos y una mejor disposición para acompañar la adolescencia de sus hijos.
El adolescente a veces aún no tiene claros sus objetivos y el adulto debe ofrecerle objetivos atractivos e interesantes en relación al mundo externo. Su aspiración es la búsqueda del “YO” y la fuerza que necesita es la fidelidad a sí mismo. Debemos acompañarlos a descubrir la importancia de la búsqueda y que se halla en su propio camino interior.
En esta época vital los últimos años, además de su necesidad de formar parte de un grupo con el que identificarse se han unido las redes sociales con mucha fuerza. Hay un componente de peligrosidad añadida cuando se pierde el control como adolescente y como padres también. Por eso es de vital importancia acompañar a los hijos desde la comprensión, la responsabilidad, el respeto, el no juzgar…son actuaciones vitales para hacer una buena prevención en su época de construcción de la propia identidad.
Desordenes en el sistema familiar: Cuando la adolescencia se hace difícil
Corresponde al síntoma de un malestar emocional presente en el sistema familiar. Tiene mucho que ver con las características de los vínculos familiares que se establecen.
La adicción a las pantallas ejerce una función en el sistema (sustitución y/o compensación). Su función tiene que ver con una falta o desorden en el sistema, en forma de amor ciego o lealtad.
Debemos preguntarnos: ¿Qué función está realizando? ¿Qué es lo que está sustituyendo? ¿Qué no está reconocido en el sistema?
Aportación de los órdenes del amor la prevención de adicciones
- Se incluye a todos los miembros de la familia en la búsqueda de soluciones.
- El problema no es el consumo, tan solo es el síntoma de un desequilibrio o desorden familiar.
- Permite sanar el sistema.
- Da fuerza al sistema.
- Se da un lugar a todos los miembros del sistema, sin exclusiones.
¿Cuándo podemos considerar que el consumo de pantallas es problemático?
- Cuando hay dificultades para dejar su consumo.
- Cuando se muestran efectos adversos sobre la salud o la conducta.
- Cuando surge irritabilidad de la persona delante del hecho de cuestionar su consumo, agresividad…
- Cuando el consumo se utiliza para llenar vacíos.
- Si querer consumir pasa a ser el centro de su vida.
Principales riesgos asociados al consumo de pantallas
- Agresividad
- Pérdida del control y falsa sensación de seguridad.
- Poca percepción del riesgo a largo plazo.
- Bajo rendimiento escolar.
- Dependencia y/o adicción en el último de los casos
TIPS preventivos…
Es necesario para el consumo de pantallas que la familia limite horarios. Sería bueno que el ordenador/tablet, por ejemplo, esté en una zona de paso en casa, de esta forma no se esconde u oculta aquello que el adolescente esté haciendo con las redes, esto requiere confianza mutua entre padres e hijos. Es importante que los padres hablen con los hijos de las redes sociales y sus peligros, en que edades se puede hacer uso de estas, poner normas y un control moderado para un bien mayor.
Es esencial que desde pequeños los niños tengan aficiones fuera de las pantallas, de esta manera es más fácil que realicen actividades sanas a nivel integral para ellos. Se deben potenciar las actividades extraescolares i sus aficiones.
Es importante que desde casa tengan un modelo positivo en relación a las pantallas, es decir, unos padres que estén todo el día pendientes del móvil, que pasen muchas horas al ordenador, etc… será fácil que les resulte complicado mantener unas normas y control de las pantallas en los hijos, ya que los hijos les van a hacer de espejo y por imitación harán lo mismo. Poner límites y normas da seguridad a los hijos ya que de esta forma tienen claro hasta donde pueden llegar y dónde ya no. Obviamente durante la infancia y la adolescencia hay muchos momento donde los hijos nos ponen a prueba en relación a los límites para ver hasta dónde pueden llegar, aquí es donde entra el gran trabajo de mantener límites y normas por nuestra parte, ya que muchas veces el cansancio y la paciencia están débiles y pueden vencernos.
Se debe empatizar y comprender ya que desde la imposición y la prohibición no se logrará el objetivo y se perderá toda confianza y proximidad por parte de los hijos para crear puentes de confianza.
Es importante con todos estos consejos tener como objetivo no tan solo prevenir el consumo excesivo sino prevenir riesgos. Las familias están para otorgar responsabilidades a los hijos y no para dárselo todo ya hecho y masticado.
Es esencial tener en cuenta el tiempo, el contexto, la frecuencia y la intensidad del consumo para mantener una normalidad.
¿Qué podemos hacer desde la escuela?
- Tejer un puente de confianza con las familias para estar coordinados en estas situaciones.
- Ofrecer el soporte del EAP i otros recursos externos a las familias para encarrilar la situación en caso que sea necesario.
- Hacer prevención desde la escuela ofreciendo charlas educativas tanto para padres como para los alumnos y así hacer sensibilización sobre el tema.
- Formar al claustro en relación a este tema para que esté más preparado para poder abordarlo desde las aulas.
- Usar las herramientas digitales cuando sea preciso. Es evidente que las escuelas también se están digitalizando de manera espectacular, si sumamos estas horas a las horas que en casa se pasan conectados a veces puede ser excesivo.
Podemos concluir diciendo que la verdadera lucha del adolescente es el camino hacia el propio autoconocimiento, el camino interior. Esta etapa es la vital en relación a la prevención de las dependencias. Los padres tienen un papel esencial en acompañarlos en esta búsqueda interna desde la comprensión y el amor.
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