De alguna manera, somos entrenados en lo cognitivo, es decir, en exprimir la mente para encontrar las acciones nutricias a realizar. Sin embargo, en muchas ocasiones esas determinaciones nos llevan a ejecutar movimientos que nos alejan de la satisfacción personal (o la motivación) y nos acercan a esas cosas que se esperan de nosotros y que tenemos y debemos hacer (entrando en una resignación).
El problema de ejecutar teniendo en cuenta únicamente la mente, el pensamiento o la razón es que a la que no consigamos resolver alguna encrucijada, aparecen sensaciones tan desagradables que o bien decidimos olvidarnos de nuestro mundo sensitivo o seguimos pensando e ideando para encontrar una correcta solución.
Con lo cual, ya tenemos los quebraderos de cabeza típicos e incómodos que impiden alcanzar la tan preciada tranquilidad.
Sin embargo, poner atención primero en lo sensitivo es realmente una transgresión humana, abandonamos lo «seguro» y entramos en un desafío interno donde nos entregamos a encontrar lo que realmente necesitamos, alejándonos de lo estrictamente conveniente y socialmente aceptable.
Entrar en lo sensitivo, desde una vivencia «insegura» e «indeterminada» permite estudiar las sensaciones y la ejecución de aquello que nos dirige a estados de tranquilidad, básicos para una adecuada salud psicológica.
Todo ello es un proceso y existe una minuciosa metodología que aplicándola obtenemos mayores grados de tranquilidad y serenidad.
Imaginaros descansando en la vida y apreciándola tal y como es. Ya desaparecen los pensamientos negativos que atormentan la presencia en la vida y que impiden que contemplemos la magnitud de la realidad.
Si atendemos las sensaciones y aprendemos una metodología que ayude a descifrar el significado de las emociones, las necesidades que esconden y los mecanismos que se tienen, conseguiremos ejecutar lo que realmente nos hace sentir feliz.
Por suerte, cada vez más se inicia este proceso en las escuelas gracias a la Educación Libre. Si los niños y niñas aprenden desde pequeños estamos configurando con ello entornos donde viva la tranquilidad y se generen valores más amorosos que los que existen hoy en día
En nosotros es más complejo porque sólo nos enseñaron desde la razón. No es casualidad haber llegado a esta crisis y a esta crispación. Sin embargo, aún estamos a tiempo. Resintonicémonos! Adelante!
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