De nuevo en el tren y dirección a Girona, ya me estoy empezando a acostumbrar. Y es curioso, el ser humano es capaz de adaptarse rápidamente a cualquier situación si realmente se deja hacer y estar en lo nuevo.

Y podríamos decir… ¿Estar en lo nuevo? ¿Y eso qué significa? Bueno, no es muy difícil de ver que estar en lo nuevo es dejarse vivir lo que va apareciendo e ir evolucionando, sin embargo los seres humanos hemos aprendido a residir en la comodidad y en la apatía.

Si nos fijamos en los animales, podemos ver que no piensan en si les parecen bien o mal los cambios, simplemente se limitan a observar para nuevamente adaptarse y ver cómo realmente pueden vivir la vida de manera “adecuada” y lo más cómoda posible.

En cambio y en mi opinión, veo que los seres humanos vivimos un estado de desanimalización que hace que dirijamos nuestros movimientos evitando situaciones futuras aparentemente negativas.

Y yo me pregunto… ¿Y cómo hemos llegado hasta aquí si no existe ningún humano que con riesgo de error 0 prevea el futuro? (si alguien conoce a algún ser humano así que avise!)

Ese es el enredo, hemos creído los seres humanos que anticipando nuestra calidad de vida mejora y, la verdad es que lo que hemos conseguido es hacernos unos expertos estrategas y unos expertos patosos. Pocas veces la anticipación supera al futuro (vamos, yo creo que ninguna con riesgo de error 0).

Así que lo único que queda es animalizarnos un poco más y acercarnos a vivir lo que va acontenciendo la vida poco a poco. De hecho, de manera natural, tal y como está hecha la vida para vivirla: según va pasando.

Nos vemos en un nuevo viaje! Agur!